lunes, 21 de marzo de 2011

Cervantino



 Aquí nos encontramos mi amigo Omar y yo, estás fotos relatan lo que vivimos en nuestra ida a el "Cervantino" en Guanajuato. 

Salimos de la terminal del norte en al ciudad de México, llegamos a un pueblo llamado Guadalupe Hidalgo, en el cual me perdí debido a que por estar en el baño, todos se bajaron y yo continué en la ruta del camión, cuando baje, camine a la gas más cercana y ahí estaba Omar junto con otras dos chicas, con las cuales esperamos al camión que nos llevaría a Guanajuato, Guanajuato. Después de esperar bastante tiempo, el camión nunca llego, por lo que me arme de valor y fui a platicar con una chica que se encontraba en su auto discutiendo con dos de sus amigas, después de explicar a donde íbamos, de donde éramos, que íbamos hacer y una serie de convencimientos, acepto ir con nosotros hasta Guanajuato, Guanajuato, por supuesto nos moveríamos en su cabrio, pasamos a comprar dos botellas más de whisky y partimos. En el camino nos platicó que era huérfana y que estaba encargada junto con sus hermanas del negocio familiar, historia que me conmovió pero de igual manera me recordó que sólo se necesitan ganas y pasión para salir adelante.


Llegando a Guanajuato, no la estabamos pasando bomba, estabamos un poco tomados así que pasamos a comer unos tacos buenisimos y baratos. Me empezaba a preocupar por donde ibamos a dormir, Omar sólo estaba tomando y pensando seriamente en intensear con "La cheryl" así nos dijo la chica que le dijeramos, todo iba maravilloso, comimos tacos, seguiamos tomando, llegamos gratis hasta Guanajuato y "La cheryl" pasó por cuatro amigas suyas, no podiamos pedir más, todo era canto, risas y diversión hasta que en un descuido... Chocamos, lo peor de todo no fue que el cofre se aboyara, sino que la música dejo de sonar, en ese momento pusimos todos nuestros esfuerzo y nuestras habilidades técnicas para hacer que ese estereo funcionara, y como era de esperarse... Lo logramos, nos separamos de Cheryl y seguimos nuestro camino en la calle, pasandola bomba, llegó la noche y lo único que pudimos hacer fue sentarnos a esperar que amaneciera, pero cuando el sueño nos gano, surgio una idea y fuimos a la estación de camiones donde pudimos dormir algunas horas para recagar energía.


A la mañana siguiente pensé que Omar me había dejado, pues desperté solo y con un poco de frío en las bancas de metal de la estación, ni tardo ni perezoso un policía se acerco para decirme que no podía acostarme, vi a Omar y regresamos al centro a desayunar algo, desayunamos unos ricos tamales y unas gorditas riquisimas, de carne con nopales, queso rayado y salsa deliciosa, reposamos la comida sentados cerca de una fuente, en la cual aproveche para lavarnos la cara y terminar de despertar. Compramos caguamas y cervezas de lata para ir a ver la estatua del pipila y poder descansar un poco ahí, estando ahí saque algunas buenas fotos y le conseguí novia a Omar, no recuerdo su nombre pero, hablaba español y era canadiense, llevaba ya tres meses viajando, una buena persona con la cual compartimos nuestras cerveza para después bajar de la cima de Guanajuato y comer. Descansamos en un parque hasta que nos prohibieron estar acostados ahí, comenzaba atardecer. 

Era momento de regresar, por lo cual nos despedimos de la canadiense y encontramos muchas cosas interesantes en el camino de regreso, como a mi amigo Alex Silva, es el que sale en al fotografía junto con varios franceses, a Alex lo conocí en la preparatoria, solíamos jugar ping-pon juntos, yo tenía escasos pesos, y se estaba haciendo tarde, así que decidimos caminar hasta la caseta y ahí pedir aventón, lo cual fue muy fácil porque inmediatamente un grupo de jovenes nos recogió y nos dejo bastante adelante sobre la carretera, bajamos del coche, un scort si no mal recuerdo, y tomamos un camión que por once pesos nos llevo hasta Silao, otro pueblo en Guanajuato, de ahí compramos nuestro boleto de regreso a la ciudad, pero el camión que se suponía llegar a las 21:00 horas nunca llego y nos dejo plantados, por lo que tuvimos la suerte de hacer que nos vendieran boletos a México como a $200 por los dos, así que sin pensarlo aceptamos el trato con tal de no reclamar a la linea de autobuses, el problema fue que tuvimos que esperar hasta la una de la madrugada para poder partir a la ciudad y llegar a la estación de camiones de Taxqueña en la ciudad de México hasta el día siguiente.

La aventura, el frío, el no saber donde dormir valió la pena, me uni más con Omar que tenía tiempo de no verlo, no la pasamos excelente y le dimos un respiro a nuestras vidas, ¡QUE RICO! es romper con rutinas y dejar todo lo que tienes en tu vida normal por adquirir experiencia.

Transporte: $500 en automóvil ida y vuelta.
Tiempo de viaje: 3:30 hrs. en auto 5:00 hrs. en camión. 
Comidas: $200 
Estancia: Dormimos en la estación de camiones, pero puedes encontrar posada dentro de alguna casa en renta hasta por $100. En caso de haber lugar.











                                                                           






Fotografías y Cronica: Alberto LLara.
Lugar: Guanajuato, Guanajuato - México